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miércoles, 3 de abril de 2013

“La felicidad, el dinero y el olor a guayaba son cosas que no se pueden ocultar”





En estos días de que en la mayoría de nosotros disfrutamos momentos de alegría en convivencia familiar alejados quizá de todos los problemas al menos en nuestros pensamientos, salta a nuestra mente ese dicho popular “la felicidad, el dinero y el olor a guayaba son cosas que nos se pueden ocultar”. Lo cual estoy totalmente de acuerdo debido a que cuando uno de nosotros por pequeñas circunstancias sentimos una felicidad en nuestro interior lo manifestamos de manera inmediata en nuestro rostro con una sonrisa, esto no es simplemente un gesto, un sonrisa ayuda a que de manera inmediata tengamos un concepto mucho más profundo de estabilidad, seguridad, esperanza. Algunos de ustedes se preguntarán que si se puede tener felicidad en medio de una tormenta debido a cosas externas y fuera de nuestro control, yo pienso que si, debido a que la felicidad también tiene mucho que ver con la actitud  y  el cómo resolvemos nuestros problemas sin con una actitud positiva.
Estoy segura que si seguimos el dicho popular mexicano en segundo término está el dinero, pero no me refiero a que con dinero se solucionan todos nuestros problemas, alguno de nosotros conocemos personas con una capacidad económica resuelta pero con cantidad de problemas que están sin resolver, más bien yo me refiero a que la felicidad no está únicamente en nosotros mismos también está el darnos a los demás  la generosidad en la amistad, con un ingrediente indispensable en esta receta mágica … el amor …
El amor es un sentimiento que provoca no sólo respuestas psicológicas, las cuales detonan hormonas como adrenalina, en un  artículo que leí hace tiempo escrito por el Dr. Enrique Camarena Robles, jefe del departamento psiquiátrico Héctor Tovar del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), define  que con amor  se tiene una invasión corporal de endorfinas, sustancias conocidas como “las hormonas de la felicidad”; ahora puedes imaginarte tus hormonas de la felicidad queriendo manifestarse y que tu se lo estés impidiendo por situaciones pasadas que definitivamente ya pasaron y se resolvieron de una manera que ni tú sabes cómo, pero ahí estas recordando un hecho pequeñito que te impide vivir la vida con felicidad…te lo dejo de tarea…!medítalo!.
Y por último algo que la naturaleza nos regala cada vez que ese árbol frutal da sus frutos y su aroma es algo indescriptible pero se reconoce a distancia, El poeta y escritor Gabriel García Márquez en su libro “cien años de soledad” describe como el olor a guayaba es exigente, imposible de no ser identificado y lo relaciona con la amistad.
Estimados lectores, ven como este aroma se relaciona intensamente con nuestra vida, haz cada día un olor a guayaba exigente contigo mismo, identificado contigo, amoroso contigo mismo…que esperas la solución está en tus manos.