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viernes, 7 de marzo de 2014

Zona de Guerra en la avenida 18, crónica del terror que vivió la familia Trapero López

Por: Sergio I. Franco Bernal
Agua Prieta, Son.- 5 de marzo 2:40 de la tarde, una tarde común, gente y carros transitando sobre la avenida 18. En la pescadería el Peñasco, clientes entrando y saliendo para llevar pescado, pues es miércoles de ceniza, inicio de cuaresma. De pronto, se escucha el freno repentino y el rechinido de las llantas sobre el asfalto de la avenida 18. Frente a la casa contigua al negocio de mariscos quedan atravesadas una Pick-up Avalanch color gris y una camioneta Explorer blanca. En solo segundos iniciaría el enfrentamiento. Se escucha una fuerte ráfaga de alto calibre. Presuntos sicarios atacados a dos fuegos sobre la misma avenida, eran atacados de frente y por la retaguardia. Se trataba de un enfrentamiento de bandas rivales. Gritos de pánico. Transeúntes protegiéndose, huyendo del lugar. Todo era confusión y miedo entre los habitantes de las casas aledañas. El enfrentamiento, que a decir de los testigos se dividió en 3 ataques contando el de los federales, duraría aproximadamente 15 minutos. La familia Trapero López, propietarios de la pescadería El Peñasco, estaban viviendo un verdadero infierno. Experimentaron e carne propia y muy de cerca el enfrentamiento. Beatriz López de Trapero relata que en ese momento se encontraba en la pescadería donde ella y una trabajadora se encontraban atendiendo a un cliente. "En ese instante sentí como un balde de agua fría cuando vi que hombres armados descendían de los carros fuertemente armados. Me parecía que todo ocurría en cámara lenta. Fue la primera ráfaga la que me hizo reaccionar. Todos nos tiramos al suelo y arrastrándonos tratamos de buscar estar protegidos." "Mi hijo y un compañero de él recién llegaban de traer marisco de la otra tienda, y al estacionarse en la pick-up fue cuando llegaron los carros y empezó la balacera. Instintivamente reaccione y arrastrándome salí hasta donde estaba el carro y por la puerta del copiloto saque al compañero de mi hijo y a él. Estaban agazapados en el asiento, y podía ver como los pedazos de vidrios les caían en sus cabezas. Afuera las balas se escuchaba horrible como zumbaban sobre nuestras cabezas pero corriendo entramos a refugiarnos dentro de la pescadería." "Cuando salí a rescatar a mi hijo y su compañero, uno de los sicarios con un cuerno de chivo se resguardaba entre una de las paredes del negocio y uno de los pilares de la entrada a la pescadería. Estaba a unos centímetros de mi disparando hacia el sur de la 18. En ese momento pensé que el sicario podría tomarme como escudo o como rehén, pero nunca me tomo en cuenta. ya dentro de la pescadería después de unos 7 minutos hubo un silencio y algunos gritos alertando la presencia de los fereales." "Los sicarios huyeron en diferentes direcciones. Ya en la calle se miraban puros federales. Pienso que ellos creyeron que los sicarios estaban en mi casa por que a lo loco empezaron a disparar hacia la casa sin precaución, sin saber si habían familias. Ellos fueron los que causaron mas destrozos. Todo paró cuando ya de plano no vieron a nadie en los carros o en la casa"
Para la familia Trapero López la experiencia vivida dejo sembrado el temor, pues "ya nada es igual cuando vives algo así, ahora vivimos con el temor de que se dé otro enfrentamiento y esta vez si no la vivamos para contarla". Manifestaba también la familia que están con la incertidumbre de saber quien va a pagar los daños sufridos a la casa. "Un esfuerzo de tantos años de trabajo, de quebrarse el lomo trabajando lo perdimos en unos pocos minutos. Pero gracias a Dios que no nos pasó nada y que mis 3 hijas no estaban en la casa."