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sábado, 14 de diciembre de 2013

Fin de semana de luces, alegría y sueños navideños

Calculamos que no menos de veinte mil personas, repartidas a lo largo de las avenidas Seis y Panamericana, hasta la Plaza Plan de Agua Prieta llenaron calles, automóviles, camionetas y ventanas para disfrutar el ya tradicional Desfile de las Luces. El entusiasmo y la algarabía que vivió la ciudadanía con motivo de esta celebración, llenó de felicidad y entusiasmo a multitud de niños, estudiantes, maestros y padres de famiia. En los niños que participaron en la marcha y en los carros alegóricos del desfile, se veía el entusiasmo de estar ahí, en los más grandes y adultos era el comienzo de la mágica ilusión que despiertan, en el mundo occidental, las fiestas decembrinas. Es esta temporada cuando los niños echan a volar la imaginación y crean las fantasías que mantenemos durante toda la vida como los pasajes más felices de nuestra infancia. Además del profundo significado que tienen estas conmemoraciones para el espíritu, por tratarse nada menos que del nacimiento de Jesús, cuya doctrina ha sido el motor del desarrollo de Occidente; con el tiempo se fueron agregando a la conmemoración otros personajes míticos, como el de San Nicolás, el ruso, que pasó a América como Santa Claus (o Santa Clos en nuestro mundo latinoamericano). Esa enorme ilusión y anticipación gozosa que despierta en los pequeños, el amanecer del 25 de diciembre que esperan levantarse a ver y disfrutar -o a veces a decepcionarse- lo qué les ha traído Santa Clos, marca la infancia. Esa hermosa etapa de ingenuidad y de formación nos acompañará por toda la vida, por más que nos ejercitemos en que lo mejor es dar afecto. Volvamos a nuestro desfile aguapretense. Esta fiesta se instituyó en Agua Prieta en el ya lejano año de 1995; así que estamos hablando de dieciocho desfiles de luces porque solamente hubo un año en que no llegó a realizarse. Para este magno evento, escuelas y escolapios que participan; así como instituciones sociales se preparan todos con marcada dedicación para competir con verdaderas obras de arte en los carros alegóricos que construyen. Sin duda que también los ciudadanos aguapretenses disfrutamos de esa fiesta decembrina y calladamente deseamos que se siga celebrando. El crecimiento de nuestra ciudad, y el ritmo acelerado de cambio, pronto irá adquiriendo características de ciudad grande en la que será muy difícil recrear el actual ambiente de camaradería y de comunicación que facilita la pequeña ciudad. El desfile significa para las escuelas, las instituciones que participan; para los ciudadanos y las autoridades, un esfuerzo muy considerable de coordinación para lograr lo que vemos con tanta naturalidad. Es tal vez el trabajo de equipo más completo entre autoridades y sociedad civil y por eso tiene tanto éxito, porque es trabajo de todos bajo una estupenda coordinación de las autoridades municipales, a través de FOCCAP. Es encomiable el esfuerzo de los padres de familia para que sus hijos vayan ataviados con los vestidos que el cuadro a representar exige. Son gastos, es trabajo manual, es creatividad, pero sobre todo es hacer algo tangible por su ciudad; por ello las instituciones escolares dan vuelo al ingenio y a la imaginación. Son muy efectivos en conseguir los recursos materiales y financieros para armar esos gigantescos carros alegóricos. Con tiempo ensayan cantos y bailables y diseñan su vestuario. Inventan nuevos temas relacionados con la Navidad y los escriben con luces blancas o de colores navideños, flores de Noche Buena, copos de nieve, nacimientos y reyes magos. El conjunto resulta ameno y emotivo. El desfile comienza donde nace la Panamericana, sube por la calle Seis y avanza hasta la avenida Dieciseis, gira a la derecha hacia la calle siete para terminar en la Plaza Plan de Agua Prieta. Abre el camino el carro que lleva a la autoridad electa por la ciudadanía, en este año toca el honor a la presidenta municipal doña Irma Villalobos Rascón, acompañada de su esposo, el diputado local Vicente Terán, y colaboradores municipales, así como el H. Cuerpo de Regidores vestidos de negro con bufandas blancas y sus gorras rojas. Este carro alegórico de la Municipalidad se viste con cientos de luces blancas que enmarcan un ya también tradicional nacimiento que cada año se renueva y moderniza su vestuario. Hubo 30 carros alegóricos, a cual más de bien elaborados. Disfrutamos a las princesas de Disney World y a todos sus personajes que iluminaron las caritas de nuestros niños. Volaron dulces por todos nuestros cielos y los niños corrían entusiasmados para llenar sus bolsas de caramelos y chocolates. La organización de esta fiesta ocupa al cien por ciento al personal de Fomento Cívico y Cultural de Agua Prieta -FOCCAP- ante el hecho de que es el evento que cierra con broche de oro el año en curso. El 2013 quedará atrás con estas luces y alegría de despedida, y la fiesta nos reanimará para soñar en que el Año Nuevo borrará cualquier sinsabor vivido en el 2013. Así año con año nos renovamos y crecemos en la adversidad, la enfermedad, la crisis familiar económica, y tantos otros detalles que en la vida nos hacen madurar. Al término del desfile de estudiantes y carros alegóricos se camina a la Plaza, donde a un Ciudadano Distinguido por sus méritos como tal, que se elige año con año, se le otorga la distinción de prender el árbol navideño que adorna esa plaza durante las efemérides. En esta ocasión se eligió al Profr. Armando Laredo Rosas, ejemplo de pulcritud profesional de la integridad que caracterizó a los viejos maestros que formaron tantas generaciones. El profesor Laredo dió ejemplo de ciudadanía, de patriotismo, de inteligencia, de decencia, de honradez; e impartió un cúmulo de conocimientos para que sus estudiantes se ganaran en el futuro la vida con la frente en alto. Recordemos que en aquellos tiempos la educación primaria y secundaria era el único instrumento intelectual y profesional con el que contaba la juventud aguapretense. Por todo ello, el profesor Laredo se encuentra muy cerca de los afectos de tantos y tantos aguapretenses. Solo nos resta decir, que disfrutemos de estas fiestas, sin perder de vista su verdadero origen. Compremos con felicidad regalos, pero procuremos no excedernos, teniendo simpre presente el ejemplo que estamos dando a nuestros hijos para que este país nuestro un día se cuente entre las naciones que participan en la toma de decisión para un mundo mejor. Acordemonos de los que menos tienen. Convivamos en paz y alegría. Sin violencia, sin insulto, sin mediocridad humana. Mantengamos en nuestra ciudad la solidaridad, la caridad, y la comprensión. Lilí Bolívar.