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lunes, 22 de abril de 2013

¡Cola de Vaca!




Que tal estimados lectores, como siempre es un placer poderme dirigir a ustedes por este medio impreso, al iniciar este artículo vinieron muchas ideas a mi cabeza, pero me enfocare al gran vacío que tenemos al momento de tratar un cliente.
Iniciare mi artículo con una expresión ¡cola de vaca!, me imagino que su asombro salto en su rostro pero pongámonos a pensar;  cuando nosotros entramos a nuestra área de trabajo de manera independiente si atendemos a personas externas o a nuestros compañeros son nuestros clientes no olvidemos ese punto, en algunas, mejor dicho muchas ocasiones nos olvidamos de un trato cordial, desde un buenos días, hola como amaneciste y por último la pregunta mágica ¿en qué le puedo servir?. La velocidad con la que nos manejamos día a día nos obliga a que el nivel de estrés suba de manera considerable y en cuestión de segundos pasamos de un excelente humor a un mal humor e incluso ignoramos a nuestros compañeros de trabajo.
Ahora imaginemos que estamos en nuestra área de trabajo, por un momento solo cierre los ojos y piense aquellos clientes que diariamente entran a su oficina o departamento…visualícelos, cada uno de ellos llega con la esperanza que solo Usted les resuelva ese problema por mínimo que sea, pero añada un factor que no podemos olvidar, supongamos que ese cliente que viene hacia nosotros viene con la necesidad de que le resolvamos su conflicto más un carácter que pocos deseamos…¿Qué hacemos?, la respuesta es sumamente sencilla “Cola de Vaca”.
Cola de vaca es una frase que en tu mente vas a visualizar y que de manera automática la presión o temor que sientes porque hay personas (clientes) que imponen con su mirada o simplemente con su caminar se libere y genere una sonrisa automática en tu cara, te aseguro que al momento de que el cliente al verte de buen humor con tu sonrisa él se contagiará de la misma energía y le brindarás un excelente servicio.
¿Pero qué pasa si aun con cola de vaca, este cliente llega gritando?, la respuesta es muy sencilla de manera inmediata el tono de tu voz al momento de respuesta debe de ser calmado sin gritos ni la voz alzada y tu mirada debe de ser fija hacia la persona esbozando la sonrisa, esto es una respuesta también automática de inteligencia emocional donde persuadimos al cliente.
Todas estas técnicas son de servicio al cliente pero para reforzar esta lectura hay que seguir estos mandamientos:
1.       El cliente es la persona más importante de la empres, definimos cliente a cualquier persona que solicite nuestros servicios.
2.       Cuando se quiere hacer no hay nada imposible.
3.       Cumple todo lo que prometes.
4.       Solo hay una forma de satisfacer al cliente, es darle más de lo que espera.
5.       Para el cliente…tú marcas la diferencia.
6.       Fallar en un punto significa fallar en todo.
7.       Un empleado insatisfecho genera clientes insatisfechos.
8.       La calidad del servicio lo hace el cliente.
9.       Por muy bueno que sea el servicio siempre hay que mejorarlo.
10.    Cuando se trata de servir al cliente todos somos un equipo.
Por último me gustaría añadir reglas básicas los cuales no debemos olvidar:
Saluda.- Buenos días.
Sonríe.- Sonríe con gracia.
Pregunta.- En que lo puedo servir?
Escucha.- Presta atención a lo que dice el cliente
Propón.- Ofrécele nuestros productos.
Cierra cortésmente.- Puedo ayudarlo en algo más?
Agradece.- Gracias por su visita.

Hagamos de un servicio al cliente algo sorprendente e integral en nuestra forma de andar por la vida, todos tenemos conflictos, preocupaciones por la economía o por una situación familiar, pero aun así no los lleves a tu área de trabajo ni los problemas de tu trabajo te los lleves a tu casa, así que antes de entrar ya sea a tu trabajo o casa… sacúdete antes y ¡cola de vaca!