Que tal estimados
lectores, como siempre es un placer poderme dirigir a ustedes por este medio
impreso, al iniciar este artículo vinieron muchas ideas a mi cabeza, pero me
enfocare al gran vacío que tenemos al momento de tratar un cliente.
Iniciare mi artículo con
una expresión ¡cola de vaca!, me imagino que su asombro salto en su rostro pero
pongámonos a pensar; cuando nosotros
entramos a nuestra área de trabajo de manera independiente si atendemos a
personas externas o a nuestros compañeros son nuestros clientes no olvidemos
ese punto, en algunas, mejor dicho muchas ocasiones nos olvidamos de un trato
cordial, desde un buenos días, hola como amaneciste y por último la pregunta
mágica ¿en qué le puedo servir?. La velocidad con la que nos manejamos día a día
nos obliga a que el nivel de estrés suba de manera considerable y en cuestión
de segundos pasamos de un excelente humor a un mal humor e incluso ignoramos a
nuestros compañeros de trabajo.
Ahora imaginemos que
estamos en nuestra área de trabajo, por un momento solo cierre los ojos y
piense aquellos clientes que diariamente entran a su oficina o
departamento…visualícelos, cada uno de ellos llega con la esperanza que solo
Usted les resuelva ese problema por mínimo que sea, pero añada un factor que no
podemos olvidar, supongamos que ese cliente que viene hacia nosotros viene con
la necesidad de que le resolvamos su conflicto más un carácter que pocos
deseamos…¿Qué hacemos?, la respuesta es sumamente sencilla “Cola de Vaca”.
Cola de vaca es una frase
que en tu mente vas a visualizar y que de manera automática la presión o temor
que sientes porque hay personas (clientes) que imponen con su mirada o
simplemente con su caminar se libere y genere una sonrisa automática en tu
cara, te aseguro que al momento de que el cliente al verte de buen humor con tu
sonrisa él se contagiará de la misma energía y le brindarás un excelente
servicio.
¿Pero qué pasa si aun con
cola de vaca, este cliente llega gritando?, la respuesta es muy sencilla de
manera inmediata el tono de tu voz al momento de respuesta debe de ser calmado
sin gritos ni la voz alzada y tu mirada debe de ser fija hacia la persona
esbozando la sonrisa, esto es una respuesta también automática de inteligencia
emocional donde persuadimos al cliente.
Todas estas técnicas son
de servicio al cliente pero para reforzar esta lectura hay que seguir estos
mandamientos:
1.
El cliente es la persona más importante de la empres,
definimos cliente a cualquier persona que solicite nuestros servicios.
2.
Cuando se quiere hacer no hay nada imposible.
3.
Cumple todo lo que prometes.
4.
Solo hay una forma de satisfacer al cliente, es darle más de
lo que espera.
5.
Para el cliente…tú marcas la diferencia.
6.
Fallar en un punto significa fallar en todo.
7.
Un empleado insatisfecho genera clientes insatisfechos.
8.
La calidad del servicio lo hace el cliente.
9.
Por muy bueno que sea el servicio siempre hay que mejorarlo.
10.
Cuando se trata de servir al cliente todos somos un equipo.
Por último me
gustaría añadir reglas básicas los cuales no debemos olvidar:
Saluda.- Buenos días.
Sonríe.- Sonríe con gracia.
Pregunta.- En que lo puedo servir?
Escucha.- Presta atención a lo que dice el cliente
Propón.- Ofrécele nuestros productos.
Cierra cortésmente.- Puedo ayudarlo en algo más?
Agradece.- Gracias por su visita.
Hagamos
de un servicio al cliente algo sorprendente e integral en nuestra forma de
andar por la vida, todos tenemos conflictos, preocupaciones por la economía o
por una situación familiar, pero aun así no los lleves a tu área de trabajo ni
los problemas de tu trabajo te los lleves a tu casa, así que antes de entrar ya
sea a tu trabajo o casa… sacúdete antes y ¡cola de vaca!